Cada flor tiene su propio significado y, por lo tanto, todo obsequio floral lleva implícito un mensaje.
Esa es la razón por la que, aunque todas las flores son hermosas, es conveniente según las circunstancias evitar algunas de ellas. Las rosas amarillas dan a entender celos, la albahaca indica odio, aunque rara vez se utiliza en arreglos florales por la zona sur de Europa, aunque sí que se utiliza por el centro de Europa, como por ejemplo en Hungría.
También conviene evitar la enredadera ya que indica debilidad de cuerpo y de espíritu. El narciso es conocido por ser el símbolo de los arrogantes, egoístas, orgullosos, o sea, de personas que parecen estar "enamoradas" de sí mismas. Hay que evitar también los alhelíes que, aunque bonitos, son símbolo de desprecio. Tampoco es conveniente usar girasoles porque, en el lenguaje de las flores, simbolizan la fatuidad de la belleza, así como el vacío de espíritu y la incertidumbre.
FLORES PARA OCASIONES ESPECIALES
Incluso las personas más distraídos saben que ciertas flores van vinculados a festividades u ocasiones especiales. Por ejemplo, las delicadas mimosas, que indican sensibilidad y alegría, son adecuadas para el Día de la Mujer, mientras que los crisantemos están relacionados con la Conmemoración de los Fieles Difuntos y se llevan a cementerios en macetas y en ramos. Por tanto conviene evitarlos en un ramo de flores para un cumpleaños, ya que, aunque se trata de una flor deliciosa y colorida, se consideraría de mal gusto.
COLORES DE FLORES INADECUADOS PARA UN CUMPLEAÑOS
En relación a las flores, su color también afecta a su significado. Por ejemplo, el blanco, que es considerado como un símbolo de la inocencia, es el color del luto en algunos países como Japón y Dinamarca, donde sólo se utilizan las flores blancas para honrar a los muertos.
EL NÚMERO DE FLORES PARA EL CUMPLEAÑOS
Eligiendo cuidadosamente las flores para regalar en el cumpleaños de una persona, la cantidad no constituye un problema si se opta por una composición rica y variada, aunque se trate de un simple ramillete. Si por el contrario las flores elegidas son grandes y no muchas, es mejor prepararlas en número impar.
Debemos no caer en la tentación de representar con el número de las flores la cantidad de los años que cumple el destinatario del ramo. No sería simpático, sobre todo si la persona a la que se le van a regalar está ya un poquito "entrada en años".