Un periodista de un canal de televisión termina su entrevista a un abuelo que acaba de cumplir los 99 años diciendo:
"Espero poder volver el próximo año para celebrar su cumpleaños número 100".
"¿Qué pasa que no está usted seguro de poder venir?", le pregunta el abuelete. "¿Acaso se encuentra usted mal?"
Un periodista de un canal de televisión termina su entrevista a un abuelo que acaba de cumplir los 99 años diciendo:
"Espero poder volver el próximo año para celebrar su cumpleaños número 100".
"¿Qué pasa que no está usted seguro de poder venir?", le pregunta el abuelete. "¿Acaso se encuentra usted mal?"
Un catalán telefonea a un amigo para invitarlo a su cumpleaños:
"Entonces, cuando llegues al portal de mi casa, llama al portero automático con el codo derecho y, cuando te abra, empuja la puerta con el pie izquierdo y entra, luego cuando llegues al ascensor llámalo con el codo izquierdo y abre la puerta con el pie derecho. Para salir del ascensor empuja la puerta con el culo".
"Muy bien", responde el amigo, "pero perdona, ¿por qué tengo que usar los codos, los pies y el culo?"
"¡Hombre! ¿¡¿No querrás venir a mi cumpleaños con las manos vacías?!?"
- ¿Cuánto tiempo necesita un guardia para escribir FELIZ CUMPLEAÑOS sobre la tarta?
- ¡Dos horas y un minuto! ¡Un minuto para escribir Feliz Cumpleaños y dos horas para limpiar la máquina de escribir!
Un caballero decide regalarle a su mujer para su cumpleaños un bonito sujetador. Entra en una boutique de ropa íntima, le explica lo que está buscando a la empleada y ésta le pregunta:
"¿De qué color lo quiere?"
Y lo elige blanco. Su precio le parece perfecto. Sólo falta decidir la talla de la prenda, pero el señor no la conoce. La empleada de la tienda, para ayudarle, trata de ponerle algunos ejemplos fáciles de comprender:
"¿Tienen el volumen de un par de melones?"
"¡No!", responde él."
"¿Se asemejan a unos cocos?"
"¡No!"
"¿Quizá se parecen a un buen par de naranjas?"
"¡Tampoco!"
"Entonces mire, piénselo durante unos instantes y luego trate de ponerme un ejemplo de algo a lo que se parezcan y pueda yo así hacerme una idea de la talla que necesita".
El caballero lo piensa un momento y enseguida exclama con decisión:
"¿Sabe usted cómo son las orejas de un cocker?"
Dos vacas en el prado:
- ¡Eh, Carolina!, ¿por qué te agitas de esa manera?
- ¿Sabes?, es que mañana será el cumpleaños de mi hijo.
- ¡Ah, ya!, ¿pero por qué te sacudes así?
- Es que estoy preparando la nata montada...
La mujer al marido que, cuando van de paseo, no hace más que volver la cabeza para mirar a todas las mozas con las que se cruzan:
"Para tu próximo cumpleaños, recuérdame que te regale un espejo retrovisor".
Un pecador muere y llega al infierno. Un diablo lo recibe en la recepción y al verlo un poco preocupado le dice:
- Hoy es mi cumpleaños, estoy de buen humor y he decidido permitirte elegir: puedes optar entre el infierno alemán y el español.
El pecador le pide que le explique en qué consiste cada uno de ellos.
Y el diablo:
- Bueno, en el infierno alemán a los condenados se les obliga a palear continuamente estiércol, mientras los azotan los diablos.
- ¡Ah...!, ¿y en el español?, pregunta el pecador, a lo que el diablo responde:
- En el español los condenados se ven obligados a palear estiércol sin parar, mientras que los diablos los azotan. Yo te recomiendo que elijas éste último.
El pecador:
- ¿Pero te estás quedando conmigo? ¡Si son iguales! ¿Por qué debería elegir el español?
Y el diablo:
- Porque un día faltan los látigos, otro día no llegan las palas, otro se acaba el estiércol...
Una mañana, un hombre de negocios está a punto de salir de la casa cuando su esposa le detiene un momento y le pregunta:
"Cariño, ¿te acuerdas de qué día es hoy?"
Él, que no tiene la más mínima idea de a qué se puede estar refiriendo su esposa y temiendo haber olvidado alguna fecha importante (cumpleaños, aniversario de bodas, nacimiento del primer hijo), para evitar discusiones le responde:
"Por supuesto, querida, ¿cómo quieres que no me acuerde? Pero es que ahora me tengo que marchar rápidamente porque tengo una reunión mu importante y ya llego tarde. ¡Mira, ya está ahí afuera el coche esperándome!"
Y sale pitando de casa sin esperar respuesta.
A media mañana, un florista le lleva a la señora tres docenas de rosas rojas. Después del almuerzo, un botones le hace entrega a la señora de una caja de bombones carísimos. A media tarde, otro botones le trae a la señora un foulard de los caros. Al atardecer el marido vuelve y su esposa corre a abrazarlo:
"¡Oh, querido, eres un tesoro! ¡Vaya regalos tan espléndidos! ¡¡¡Qué contenta estoy!!! Ah, mira, hoy han estado pintando la sala de estar, quise recordártelo esta mañana, pero te has marchado tan deprisa que ni siquiera me ha dado tiempo de terminar la frase..."
Un hombre está volviendo a casa del trabajo una tarde, cuando de repente recuerda que es el cumpleaños de su hija y de que aún no le ha comprado ningún regalo. Entra a un centro comercial, se dirige a la tienda de juguetes y le pregunta al encargado de la tienda:
- ¿Cuánto vale la nueva Barbie del escaparate?
El responsable de la tienda le responde:
- ¿Cuál de las Barbies? Tenemos: la "Barbie en el gimnasio" por 19.95 euros, la "Barbie en el baile" por 19,95 euros, la "Barbie va de compras" por 19.95 euros, la "Barbie en la playa" por 19.95 euros, la "Barbie en la Discoteca" por 19,95 euros y la "Barbie divorciada" por 375,00 euros.
- ¿Pero cómo es que la "Barbie Divorciada" cuesta 375.00 euros mientras que todas las demás sólo valen 19,95 euros?
- Pues porque la "Barbie Divorciada" incluye el coche de Ken, la casa de Ken, el barco de Ken, el perro de Ken, el gato de Ken, los muebles de Ken... "
Una mujer, descontenta con su coche, le dice a su marido:
"Cariño, el día de mi cumpleaños sorpréndeme y regálame algo que vaya de 0 a 100 en 4 segundos, a ser posible de color azul."
El día de su cumpleaños el marido apareció con una báscula de baño. Eso sí, de color azul.
Una mujer se levanta por la mañana, despierta a su marido y le dice:
"Cariño, he tenido un sueño maravilloso. He soñado que para mi cumpleaños me regalabas un collar de diamantes. ¿Qué querrá decir?"
El marido le contesta:
"Lo sabrás el día tu cumpleaños..."
Llegó el día del cumpleaños de la esposa y el marido entró en casa con un paquete en la mano. La mujer, emocionada, se lo quita de las manos, rasga nerviosa el papel, abre rápidamente la caja y encuentra un libro titulado: "El significado de los sueños"
La idea de llegar a los 30 años me llenaba de preocupación, y por eso últimamente estaba muy pendiente de cualquier señal de envejecimiento. Cuando me descubrí un cabello gris en mi flequillo, alarmada y señalando mi frente, le pregunté a mi esposo:
- ¿Has visto esto?
- ¿El qué?, replicó él, ¿las arrugas?
En mi cumpleaños, una amiga me envió una divertida tarjeta que, en tono de broma, me decía:
"Aunque nuestros cuerpos envejezcan, nuestras mentes nunca pierden su brillantez".
Quise darle las gracias a la remitente, pero no pude. Olvidó firmar su tarjeta.
Cierto día en que salí a andar en bicicleta con Carolina, mi nieta de ocho años, de pronto me puse algo nostálgico y comenté:
"Dentro de 10 años preferirás estar con tus amigos que salir a caminar, nadar o andar en bicicleta conmigo como lo haces hoy".
Ella se encogió de hombros y me soltó:
"De todas maneras, dentro de 10 años vas a estar demasiado viejo para hacer esas cosas".
En la fiesta para celebrar su 103º cumpleaños, le preguntaron a mi abuelo si pensaba poder festejar también su 104º cumpleaños.
"¡Por supuesto que sí!", respondió. "Según las estadísticas, muy poca gente muere entre los 103 y los 104 años".
Un señor se acercó al mostrador de la perfumería y le dijo al vendedor que le gustaría adquirir un frasco de Chanel Nº 5 para el cumpleaños de su esposa.
"Una pequeña sorpresa, ¿no?", sonrió el vendedor.
"¡Ya lo creo!", respondió el cliente. "Ella lo que está esperando es un crucero por los fiordos noruegos".
En el 100º cumpleaños del abuelo estábamos toda la familia reunida cantándole el Cumpleaños Feliz, cuando de improviso el abuelo, muy viejecito, se inclinó hacia un lado de forma que parecía que se iba a caer de la silla y todos gritamos:
"¡El abuelo! ¡El abuelo! ¡Cuidado con el abuelo!"
Y entre todos lo sujetamos y lo colocamos en posición vertical.
Al cabo de un rato se repitió la situación:
"¡El abuelo! ¡El abuelo! ¡Cuidado con el abuelo!"
Y así varias veces.
Finalmente el abuelo balbuceó:
"¿Pero es que ni siquiera el día de mi cumpleaños me vais a dejar tirarme un pedo a gusto y en paz?"
- ¿Qué es lo primero que hace un argentino el día de su cumpleaños?
- Llama por teléfono a su madre para felicitarla.